Yo misma.

Soy rara, no lo niegues. No me gusta el chocolate, y me preocupa lo que como. No suelo ponerle mantequilla a las galletas maría, ni tampoco a las tostadas. Normalmente desayuno cereales, me encanta la fruta y por supuesto, me gusta el pescado. No soy muy golosa, tengo el gusto muy característico. Me gusta cuidar mi pelo, que tenga gracia. Sí, ya lo se, ahora piensas que soy una pija que solo se preocupa por su pelo. Pues no. Voy al médico cuando lo que creo que tengo está bastante desarrollado. Me gusta tener el pelo al aire libre, junto a una piel perfecta, sin grasa, sin granos, que acaricie mi cutis. Prefiero un baño a una ducha, aunque no suelo hacerlo mucho. Tampoco suelo montar en bici, pero me encante montar en ella. Normalmente salgo por las noches, por las tardes prefiero quedarme en casa tranquila. La gente me considera extremadamente rara cuando ven mis ojos: tengo uno de cada color. Pues a mi me gusta, me da igual lo que piense la gente. Mis amigas dicen que estos pequeños detalles hacen de mí una persona más increíble. Más increíble de lo que soy. La verdad, no me considero increíble, solo me considero rara, rara a mi manera.