martes, 2 de agosto de 2011

Perdóname.

Perdóname yaya, por no haber nacido antes, por no conocerte, por no saber lo increíble que eres. Perdóname por recordar cada día que no te tengo a mi lado, que me pesa el alma cada vez que pienso en ti. Perdona decirte esto, perdónale a dios que te haya castigado en esa piscina. Siento cada pedazo de mi corazón como se derrumba cada vez que te nombro, como me duele el corazón cada vez que veo tu tumba. Lo siento, siento que no hayas podido vivir más tiempo, pero tarde o temprano debía pasar, aunque yo tenga el orgullo de seguir adelante porque supongo que es lo que quieres. Tranquila, se que si me voy a tu lado, me vas a cuidar, pero eso será cuando me toque, como te tocó a ti. Perdóname por no saber aceptar tu pérdida, por no saber lo increíble que eres y que la gente que me rodea me diga como era tu voz, tu físico, tu interior. Siento decirte que te necesito a mi lado para lo bueno y para lo malo. He necesitado tres años para saber en qué estado te encontrabas, pero necesitaré toda una vida superar este dolor. No puedo calmar lo que siento, ni curar mis heridas con betadine, ni con agua oxigenada. Te necesito a ti, aunque no todo se puede tener... Siento que se me ponga la carne de gallina cada vez que escucho tu nombre en mi cabeza. Una parte de mi cerebro tiene ganas de perder la vida, y otra tiene ganas de seguir. Necesito que entiendas que no tengo suficientes palabras para describir esto que estoy sintiendo, como se me caen las lágrimas cada vez que leo esto una y otra vez. Yo también tengo sentimientos, también río y también lloro, y te pido porfavor, que cuides a mi tía como se que me cuidas a mi durante todos estos años. Eres mi ángel de la guarda, se que en ese llamador de ángeles está tu alma, que me sigue y me cuida durante meses. No me tomes por loca, pero quisiera aunque sea sólo una vez escuchar tu voz, como suena. Te quiero, desde siempre y para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario