Te quiero princesa.

+ No, tranquila, no te preocupes, no me iré nunca sin decírtelo, sin preguntarte que te parecería que me fuera de tu lado por un tiempo. Pero tenlo en mente, siempre, toda tu vida, que aunque no esté contigo, en tus peores momentos, cuando necesites hablar con alguien y no tengas a nadie a tu lado para que te de consejos, que estaré ahí. Ahora me necesitas? De acuerdo. Ponte la mano en el pecho. Lo sientes? Sí, esa voz, esa voz tan grave, tan bajita, tan frágil. Esa voz, sí, esa voz es mía. Me iré de tu lado, pero no me iré de tu corazón, tenlo en cuenta mi niña.